Si bien la mayoría de edad para los chicos y chicas a la edad de 13 y de 12 años se fija desde el Talmud, la costumbre de realizar ceremonias de bar mitzvá tal como la conocemos hoy es posterior. ¿Qué sucede con las mujeres? Durante siglos, la ceremonia sólo era costumbre de los hombres. Las mujeres eran consideradas bnot mitzvá al pasar la edad de 12 años, pero no se realizaba ceremonia alguna. A mediados de siglo XX, el movimiento conservador incorporó a las mujeres a la liturgia judía con los mismos derechos y prácticas que los hombres, lo cual implicó que las adolescentes pudieran realizar una ceremonia de bat mitzvá similar a la que realizan los varones.
Sin embargo, esto sucede en las corrientes más liberales del judaísmo. En el extremo opuesto, la ortodoxia más estricta no contempla una ceremonia de pasaje para las bnot mitzvá, no ha cambiado esta norma.
En cambio, la ortodoxia moderna, si bien no permite que las mujeres oficien un servicio religioso o lean de la Torá, ha respondido a la necesidad de establecer una ceremonia que marque el momento en que una jovencita pasa a ser bat mitzvá, que delimite este rito de pasaje.
En ello consiste el Eshet Jail, una ceremonia que, en general, es conjunta, realizada por varias chicas a la vez, que se preparan y estudian juntas.
En la ceremonia, que se suele realizar fuera de Shabat y, generalmente, no se realiza en el templo, las chicas cantan algunas alabanzas a Di’s, cuentan lo aprendido en su preparación, comparten una reflexión personal y hablan sobre el significado de ser una mujer adulta para el pueblo judío.
Durante el aprendizaje previo, las jóvenes estudian sobre los preceptos concernientes a las mujeres, valores y deberes. En algunas comunidades ortodoxas, si bien las chicas no pueden leer directamente de la Torá, son invitadas a compartir una reflexión o enseñanza propia sobre la Parashá semanal, lo que se conoce como Dvar Torá.
El nombre que se le otorgó a este rito no es un dato menor ¿Por qué “Eshet Jail”? Eshet Jail quiere decir “mujer virtuosa”, y es un cántico entonado tradicionalmente en Shabat, atribuído al Rey Shlomó, que los esposos suelen dedicar a sus mujeres, y que alaba las virtudes femeninas.
Por lo tanto, ese es el deseo y la intencionalidad para las chicas que atraviesan por este momento: que puedan llegar a ser mujeres virtuosas, llenas de luz, de belleza interior y de espiritualidad, tal como el poema describe.
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