Todo casamiento judío finaliza con la rotura de la copa. Seguramente, habrás presenciado esta tradición muchas veces, pero, ¿sabés qué significa, por qué se hace? En FiestaJudía.com, te contamos los diferentes significados. La rotura de la copa es tan característica de las ceremonias judías que, si hablás con tus amigos que no son de la colectividad, seguramente es lo que más recuerden, lo que les parece más “pintoresco” e identificativo de una boda judía.
Con el novio pisando la copa es que concluye la ceremonia: es lo último que se hace en la jupá. Apenas se escucha el ruido de la rotura, todos los invitados gritan fuerte, “¡mazal tov!” y los flamantes esposos salen del templo ¿A qué responde este ritual?
En primer lugar, la explicación principal, la más conocida y aceptada, es que romper la copa conmemora la destrucción del Beit Hamikdash, el gran Templo de Jerusalem. Nos invita a reflexionar que, aún en los momentos más felices, debemos recordar el sufrimiento de nuestro pueblo.
Esta tradición y este primer porqué están estipulados en el Shuljan Aruj, recopilación de normas y mitzvot posterior al Talmud (que reúne en forma “ordenada” sus normas), escrito en el siglo XVI por Yosef Karo. Dentro del Shuljan Aruj, la tradición de romper la copa se ordena en el libro de Óraj Jaim, relativo a festividades, ciclo de vida y tefilot.
Muchos podrían preguntarse por qué es necesario recordar en su boda un momento trágico sucedido hace dos milenios, pero, así como en Pesaj se nos invita a imaginar que “todos salimos de Egipto”, la destrucción del templo es algo que también nos sucedió a todos, nos afectó como pueblo. Recordarlo es un lazo con nuestra historia.
En algunas ceremonias, precisamente por este significado, antes de que el novio rompa la copa, el Jazán canta “Im Eshkajej Ierushalaim” (“Si te olvidare, Jerusalem, pierda mi diestra su destreza…” basado en el Salmo 137:5), como anhelo y recuerdo hacia esa ciudad que tanto nos identifica.
Algunos atribuyen esto no sólo a la destrucción del Templo, sino al recuerdo de todos los momentos trágicos que ha vivido el pueblo judío. Otra explicación, muy cercana a ésta, es el recuerdo de todos los momentos tristes, sea como pueblo o individualmente. Es tomar conciencia de que no toda felicidad es completa, que la vida se compone de ambas cosas.
Otro significado, que muchos Rabinos refieren en la ceremonia, es que la copa (que, si bien no siempre se cumple, debe ser, por tradición, de cristal), representa la fragilidad del matrimonio. Con un simple pisotón, puede quebrarse y, una vez rota, sería dificilísimo repararla, pegar sus partes. La pareja se asemeja en eso: la tradición recuerda a los novios que deben cuidar su matrimonio como si fuese una frágil copa de cristal.
Existe otra explicación, más simple pero igual de poderosa, que es una expresión de deseo: “si algo se va a romper, que sea esta copa y no la pareja”, se suele decir.
Como habrás visto, los significados de la rotura de la copa son varios, todos nos recuerdan que la vida tiene su lado bueno y su lado malo, y nos ligan a la historia de nuestro pueblo. Al romperla, es importante que tengamos presente todo el contexto y el motivo por el cual se está haciendo.
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