La Mikve: el baño ritual

Unos días antes de casarse, la novia judía pasa por un ritual muy íntimo y significativo: la inmersión en la mikve. Te permitirá tomarte un tiempo para vos, para tu espiritualidad e introspección, y para renovarte antes de un momento tan importante como tu casamiento.  ¿Sabés por qué se hace y qué significado tiene?

Si te casás en un templo ortodoxo, es obligatorio que te sumerjas en la mikve para poder celebrar el matrimonio. En un templo conservador, se sugiere a las novias cumplir con este rito, pero la elección es tuya. Para decidir si deseás hacerlo, lo mejor es estar informada, saber con qué te vas a encontrar y conocer sus significados.

Comenzando por lo básico, ¿qué es la mikve?

La mikve es un baño ritual, que la ley judía indica que debe provenir de una fuente natural de agua. En la antigüedad, estas inmersiones se realizaban en arroyos, ríos o en el mar. Por cuestiones de practicidad para la vida en la ciudad, las mikvaot (ese es su plural) modernas son pequeñas piscinas que se abastecen de agua de lluvia, no en forma directa, sino a través de otros piletones que actúan como tanque.

¿Quiénes deben sumergirse en la mikve y por qué?

Hay varios propósitos que la ley judía establece para la mikve. Algunos han caído en desuso por tradiciones que ya no se llevan a cabo, como el baño posterior a un sacrificio animal descripto en la Torá. La tevilá (inmersión) en la mikve es el último paso de la conversión al judaísmo. En ese caso, el medio acuoso representa el útero, y la persona renace, como judía.

La ley indica que las mujeres, cada mes luego de menstruar, deben purificarse en la mikve, antes de volver a tener relaciones con sus esposos. En las comunidades ortodoxas, este ritual es cumplido por todas las mujeres casadas. La primera vez que una mujer debe visitar la mikve es unos días (cuanto menos, mejor, el máximo son cuatro) antes de su casamiento. En algunas comunidades, se acostumbra también que el novio se purifique en la mikve antes de casarse.

Tal vez, si no sos muy observante, puede que sientas a este ritual como extraño y ajeno. Puede que te preguntes, ¿para qué, si no voy a volver a hacerlo cada mes?

Sin embargo, más allá de lo estrictamente legal, la mikve representa un cambio de estado, una renovación, una preparación espiritual. Es ese momento para estar a solas con tu propia conciencia y con Di’s, para detener la aceleración de esos últimos días previos a la boda y concentrarte en lo significativo. No sólo tiene que ver con purificarse, sino también con encontrarse con lo sagrado.

¿Qué te vas a encontrar cuando vayas a la mikve?

La inmersión en la mikve está precedida por un proceso de preparación. La ley indica que no deben quedar en el cuerpo restos de maquillaje, esmalte de uñas, suciedad, el pelo debe estar lavado y desenredado. Se deben quitar todos los aros, anillos, colgantes, etc.

Por eso, en las mikvaot hay también cómodas instalaciones, donde es costumbre darse un baño tranquila, relajándote. Tendrás una toalla o bata para ponerte y, cuando avises que estás lista, una mujer que se especializa en la pureza de este ritual supervisará que estés preparada para entrar en el agua.

No es indispensable que supervisen tu tevilá si conocés el procedimiento. Por eso, si sos pudorosa y no querés que las asistentes de la mikve te vean desnudarte al entrar en el agua, te aconsejamos que preguntes previamente cuáles son las berajot (bendiciones), las aprendas y les digas que ya sabés cómo se hace, que pueden dejarte sola.

Tendrás que sumergirte hasta estar completamente dentro del agua, sin que un solo pelo ni centímetro de piel quede afuera. Al salir, volverás a tener a tu disposición un baño cómodo donde cambiarte, secarte el pelo y poder irte.

Es importante saber qué pasa dentro, ya que hay varios mitos que hacen que algunas mujeres no ortodoxas prefieran eludir este ritual. “Tengo que desnudarme delante de un montón de mujeres que no conozco” o “me van a preguntar si soy virgen”, son alguno de ellos. No es así. El personal de las mikvaot es discreto y la tevilá se puede hacer en soledad.

En algunos casos, se acostumbra a visitar la mikve con otras mujeres de tu círculo íntimo: tu mamá, hermanas, tus mejores amigas. Es costumbre que, después de sumergirse, la futura novia de bendiciones a las otras mujeres. Si lo deseás, también podés compartir un festejo íntimo, una pequeña reunión entre mujeres.
La mikve te permitirá tomarte un tiempo para vos, para tu espiritualidad e introspección, y para renovarte antes de un momento tan importante como tu casamiento. Si tenés dudas, podés consultar con un rabino o, directamente, llamar a la mikve que te hayan sugerido y preguntar todo lo que necesites.