El rescate del primogénito ("pidión habén")
La primera referencia a esta costumbre se encuentra en " Shemot ", el 2º libro de la Torá , también llamado "Éxodo" (XIII - 13): "También redimirás a todo primogénito de entre tus hijos".
En el comienzo del capítulo, la Torá destaca el carácter sagrado del primogénito: "Conságrame todo primogénito; las primicias del seno materno entre los hijos de Israel, tanto de los hombres como de los animales, mías son" (" Shemot " XIII 2).
Y en " Bemidbar " , llamado "Números" (XVIII 16), leemos: "Harás rescatar los primogénitos de los hombres... Harás que sean rescatados cuando tengan un mes, y según tu estimación, en siclos de plata, al siclo del santuario, que es de veinte "guerot". "
El rescate, en presencia de un " minian " (número mínimo de 10 participantes), se efectúa el día 31º que sigue al nacimiento del primogénito, y sirve para rememorar el milagro acontecido en Egipto , cuando la plaga de los primogénitos (" makat habejorot ") no dañó a los niños de Israel. En base al versículo de " Shemot " XIII 2, arriba citado, también los primogénitos del ganado salvados de la plaga, eran consagrados al sacrificio en el altar.
¿Por qué 30 días después?
En tiempos remotos, el recién nacido era considerado en sus primeros 30 días como alguien cuya vida corre peligro. Una vez transcurridos los 30 días, el riesgo quedaba superado, y a partir de ese momento el bebé era igual a las demás personas.
El rescate del primogénito (" pidión habén ") era efectuado por un " kohén " (descendiente de la casta sacerdotal), ya que en los tiempos bíblicos era el primogénito quien debía encargarse de las ceremonias del culto . Pero cuando cayeron en la adoración del becerro de oro (pecado del que no participó la tribu de Leví , pero en el que sí se vieron envueltos los primogénitos), las ceremonias del culto pasaron a los levitas y fueron retiradas de manos de los primogénitos.
El precepto de " pidión habén " ("rescate del primogénito") sólo se aplica al primogénito varón nacido el primero a su madre. Debe cumplirse de día, durante una comida festiva. El padre presenta a su hijo sobre una linda bandeja, ante el " kohén " (descendiente de los sacerdotes). Éste le pregunta si es su voluntad rescatar al hijo. Una vez que ha dado su consentimiento, el padre entrega el dinero del rescate al " kohén ". Éste toma el dinero o su equivalente en objetos de valor y devuelve el niño a su padre, que pronuncia la bendición: " Baruj atá Adonái eloheinu mélej haolam , asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu al pidión habén " ("Bendito tú, Adonái , nuestro Dios, soberano del mundo, que nos santificó con sus preceptos y nos ordenó el rescate del primogénito". Luego el padre pronuncia la bendición de " Shehejeianu " ("que nos concedió la vida"), y el " kohén " que recibió el dinero, dice: "Esto en lugar de esto otro, esto en cambio de esto otro, éste es perdonado por este otro. Ingrese este hijo en la vida, en la Torá y en el temor de Dios. Y así como entró en el rescate del primogénito, entre también en la Torá , en el palio nupcial y en las buenas obras, amén".
"Shelom zajar" (La paz del varón)
En la primera víspera de sábado que sigue al nacimiento del varón, y aún antes de cumplida la ceremonia de la circuncisión (" berit milá ") , parientes y amigos acostumbran reunirse en casa de los padres del niño, luego de la cena sabática, para celebrar el " Shelom zajar ".
Se trata de una comida sencilla en la cual se le da la bienvenida al varón con una bendición de paz. El nombre de esta comida tiene su origen en una frase talmúdica: "Cuando un varón llega al mundo, llega la paz al mundo". En la ocasión, se acostumbra comer garbanzos molidos o lentejas cocidas, que por ser redondas simbolizan el ciclo de la vida, equiparable a una rueda girando sobre sí misma. Algunas de esas legumbres son llamadas " arbes ", y la tradición popular asocia este nombre al versículo 17 de "Génesis" XXII: " Veharbé arbé et zarajá " ("Y multiplicaré grandemente tu descendencia").
"Shelom habat" (la paz de la niña)
Es costumbre realizar, en vísperas del sábado que sigue al nacimiento de una niña, la ceremonia de " Shelom habat ". Se trata de una corrida en la cual los familiares, amigos e invitados ruegan en su conjunto por la paz de la recién nacida, porque alcance plenitud y salud. El día Sábado el padre asciende, en la sinagoga, a la lectura de la Torá , y en el marco de la bendición "Mí sheberaj " ("Aquél que bendijo"), anuncia el nombre que llevará la niña.
"Zéved habat" (La gratificación a la niña)
Se trata de una reunión especial, destinada a honrar el nacimiento de una niña. La costumbre se originó en las comunidades orientales, pero en el último cuarto de siglo XX tuvo gran difusión en toda la sociedad judía, tanto en Israel como en las comunidades de la diáspora . Hay quienes ven en esa difusión una expresión de feminismo, de igualdad de derechos y obligaciones para varones y mujeres .
No hay exigencias estrictas en cuanto al momento preciso de cumplir con el " zéved habat " . Por regla general, se conviene que durante la celebración, tan destacada en su solemnidad, se anuncie el nombre de la recién nacida.
Por Moshé Korin
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