¿Cómo estás, amiga?
El finde pasado tuve un casamiento en el que pasaron algunas cosas que no tendrían que haber ocurrido… un tío de la novia muy borracho, una mesa de adolescentes que tomó de más causaron momentos por demás desagradables, ¡qué desastre!
Me acordé de otra boda en la que se vivió el extremo opuesto: a la mitad de la noche ya no había más vino, ¡un papelón! ¡nada de esto puede pasar en tu fiesta! El alcohol en los eventos es un tema complejo. Por un lado, hay que saber elegir las bebidas, que es algo en lo que muchos invitados se fijan. Los más jóvenes, en la cantidad y variedad, y los mayores o más entendidos, en la calidad.
Que haya buenas bebidas es importante, pero también hay que saber cómo manejarlas:
- Para elegir el vino. En una fiesta siempre debe haber vino tinto y blanco. Si vas a poner sólo una variedad de cada uno (es lo más habitual), elegí los que le gustan a la mayoría, como Malbec o Chardonnay, en vez de opciones más jugadas como un Cabernet. En cuanto a marcas, pensá en cuánto querés gastar, fijate que sea acorde al nivel del catering y asesorate con algún familiar que sea “de buen tomar”.
- ¿Cómo comprar los vinos y el champagne? Algunos servicios de catering ofrecen un cubierto adicional de bebidas, por una cantidad libre. Otras opciones son comprar vos la bebida (pedí que te ayuden con el cálculo) o que te cobren, al finalizar la fiesta, la cantidad consumida. Decidí conociendo a tus invitados. Si son de tomar bastante, te conviene el sistema libre, pero si tenés mucha gente que no bebe, comprá por botella, ya que si no tendrás que pagar por todos los adultos, tomen o no.
- Barra de tragos. Está de última moda poner una barra de tragos en la fiesta, ¡qué rico! Podés contratar una barra para toda la fiesta o, para tenerlo más controlado, en la recepción y/o en la mesa dulce. Las barras son vistosas y tener un barman en la recepción genera un clima diferente. Algunos ofrecen el lindo servicio de hacer un trago especial de la noche, con el nombre de los novios.
- ¿Qué hacemos con los menores? En la barra de tragos, está bueno, como opción, que ofrezcan también mezclas sin alcohol. Si tenés mesas completas de adolescentes, es más sencillo decirle al maitre que no les sirvan bebidas. Si son mesas mixtas, aclará al personal quiénes son menores. Si, por ejemplo, tus primos de entre 15 y 17 quieren tomar un poco, usá tu criterio y el de sus padres… pero eviten que se excedan…
- ¿Y con el tío borracho? Es típico, siempre hay un tío o un amigo que se excede con la bebida. Son adultos, no podés hacerles de baby sitter. Pedile a los que se sienten con él que lo controlen y, si tomó de más igual, advertí al DJ que ¡por nada del mundo le de el micrófono! Los resultados pueden ser lamentables…
- ¿Y ustedes? No se priven de probar el vino, pero si no son de tomar, con una copita o dos, más el champagne del brindis, es suficiente. Nada más patético que ver a los novios borrachos. Además, ¿vos querés pasar una linda noche de bodas? ¡La resaca no ayuda!
Para controlar el tema del alcohol en la fiesta, sean razonables y pidan a sus invitados que también lo sean. Elijan con gusto y criterio, denle importancia, ya que un buen gourmet no se va a fijar sólo en qué platos van a servir, sino con qué vino lo sirvieron…
¡Que hagan buenas elecciones y todos tomen rico (y poco)!
Besos y hasta la próxima,
Juju
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