La ambientación de tu fiesta genera el clima de la celebración. En la mesa, los invitados van a pasar gran parte del tiempo y, por lo tanto, el centro de mesa va a ser muy visto, ¡hay que elegirlo cuidadosamente!
En FiestaJudía.com, te mostramos la multiplicidad de opciones y variantes, y te damos algunos consejos para que los elijas de acuerdo a tu fiesta y a tu estilo, ¡así no podés fallar! Hoy en día, la oferta de centros de mesa es muy amplia…
- Arreglos florales: Tradicional, pero hoy con decenas de opciones. Según el estilo deseado, podés jugar con los colores. Disponerlas en recipientes cuadrados, elegir una rosa flotando dentro de un cilindro con agua, yerberas dentro de peceras… las flores no fallan, especialmente en bodas. Hay arreglos florales que dependen de recipientes, y otros que se sostienen sobre sí mismos, pinchados sobre esponjas, que dan el aspecto de que el bouquet está apoyado sobre la mesa.
- Topiarios. Otra opción floral, pero totalmente distinta y novedosa. Un topiario es una especie de “arbolito” (armado en forma artificial), con una base en forma de maceta o plataforma que sostiene una “copa” hecha con flores, a veces con papel, piedritas e incluso con caramelos (ideal para fiestas más jóvenes).
- Velas, fanales y candelabros. Las velas flotantes (en recipientes con agua), los fanales, los vasitos con velas, que podemos no usar como “centros”, sino distribuidos por toda la mesa, con pétalos alrededor, y los candelabros (cuidando que no sean muy altos y molestos) son opciones muy románticas para bodas y muy femeninas para chicas de bat.
- Centros de luces y de led. Una idea de vanguardia para novios poco clásicos, y simplemente perfecta para bnei mitzvá. Se luce mucho más en fiestas nocturnas o en fiestas de día en interiores bien cerrados y oscuros. Hay centros de fibra óptica (donde se aprecian los “puntitos” de luz), y los de led pueden ir cambiando de color, en forma sincronizada (manejados desde un sistema central). Tienen varias formas y tamaños.
Consejos para elegir el que mejor quede en tu fiesta.
- Pensá en el horario y tipo de fiesta: algunas cosas son bastante obvias, en una fiesta de día y al aire libre, los centros lumínicos o de velas se van a perder. Algunos topiarios se ven demasiado “campestres” para un salón formal. Imaginátelos en el lugar y según el estilo que querés imprimir al evento.
- Consultá con tus ambientadores. Si te cuesta definirlos en base a la estética o integrar un criterio uniforme, dejate asesorar por profesionales, ellos sabrán, dentro de tus gustos, sugerirte los centros que mejor queden con el look que elegiste para tu fiesta.
- Considerá la comodidad y la seguridad. Los centros altos quedan muy bonitos, pero fijate que no sean tan elevados como para impedir una conversación entre la gente de la mesa. Si no, vas a terminar pagando y eligiendo algo que, a los 5 minutos, los mismos invitados van a terminar dejando en el suelo, ¡una lástima! En cuanto a la seguridad, cuidado con las velas, ponelas en recipientes contenidos y, si tenés mesas de niños solos, no pongas velas encendidas.
- Tené en cuenta el tamaño y la forma de las mesas. El centro debe estar en armonía con la forma de la mesa y “hacerse ver”, pero tampoco invadir. Dejate asesorar en base a la cantidad de comensales. Elegí centros alargados y rectangulares para mesas de esa forma, y redondos o cuadrados para mesas circulares. El centro de la mesa principal debe ser más importante, destacado y de otra forma, aunque con el mismo estilo.
- Siguiendo el mismo estilo, podés buscar variantes. Si querés salir de lo clásico, no todos tienen que ser idénticos. No te salgas de una misma línea –no generes un cambalache- pero tampoco es obligatorio que sea todo uniforme. Por ejemplo, podés poner rosas blancas en algunas mesas y rojas en otras, el mismo modelo de velas en todas las mesas, pero de distintos colores…
El centro de mesa tiene que ser un toque delicado –que no por eso significa formal o excesivamente clásico – con estilo y bonito. Elegilo cuidadosamente, no lo dejes para último momento y, como ya te dijimos, si te cuesta, dejate asesorar, ¡hay un centro ideal para cada fiesta!
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