Mucho se ha dicho y escrito acerca de las primeras impresiones. Así como nos arreglamos con cuidado para ir a una primera cita, la primera impresión de nuestra fiesta es un detalle que también debemos cuidar. ¿Y cuál es ese primer contacto de nuestros invitados con la fiesta? Por supuesto, las invitaciones.
Para ingresar en este mundo de formas y colores, nos dejamos guiar por Lorena Tuero, diseñadora gráfica y co-fundadora de la empresa Orygami. Al igual que muchos profesionales de los diferentes rubros concernientes a la realización de una fiesta, Lorena comenzó a volcar su profesión a los eventos sociales a partir de la experiencia de su propio casamiento. "Con mi socia veníamos trabajando en diseño gráfico, más bien para empresas, hasta que nos casamos y nos dimos cuenta de cómo se podía aplicar el diseño bien realizado, tomado en serio, para lo que eran piezas de casamiento."-nos relata- "A partir de ahí lo empezamos a hacer como una especie de hobby: en cada casamiento de amigos nos decían ´por favor, quiero que las tarjetas me las hagas vos´, hasta que nos dimos cuenta de que realmente la gente estaba necesitando algo nuevo, con diseño, que estuviera más allá de ir a un lugar y tener cinco modelos para elegir"
Lorena empieza diciendo que la invitación "es el primer punto, el primer paso de todo el casamiento. La idea es que te cuente un poco lo que va a pasar." Y nos explica que Orygami tiene una propuesta no tradicional para ofrecer a los novios: "Una de las características principales que a nosotros, de alguna manera, nos diferencia y que se está poniendo cada vez más de moda, es el tema de personalizar lo más posible las participaciones. Cuando te digo participaciones, igual de ahí se desprende todo el sistema de piezas gráficas que hay en un casamiento hoy en día, porque ya no se queda en lo que es la participación nada más. Como hoy en día casi todos los casamientos son súper personales, todo eso se va a ver reflejado en la invitación.
- Es decir, que cada invitación es un mundo...
Lorena: - Sí, a pesar de que las chicas se guían por un catálogo, más que nada como disparador de ideas, termina haciéndose para cada fiesta una invitación nueva. Se va trabajando en conjunto con los novios, se les asigna un diseñador gráfico que les va enviando muestras hasta que la muestrita esté cerrada y les convenza cien por cien. Recién ahí es cuando se manda a imprenta. Todo lo que era el catálogo clásico, de tarjetas a las cuales se le cambiaba nada más que el nombre y la fecha, ya prácticamente no camina.
- ¿Qué es lo que llaman "sistemas"?
L: - Como la participación es el punto de partida, la idea es que cuando el invitado llegue al casamiento se encuentre con un montón de detalles que va a empezar a hilar recién ese día, como ser que los numeritos de mesa le hacen juego con la tarjeta, que hay un cartel de bienvenida diseñado haciendo juego en el mismo estilo, y que también siguen esa estética el menú, señaladores, souvenirs y demás. Hay toda una serie de cosas que pueden hacerse, por ejemplo, las titas cuando sirven el café, que traen también la etiqueta de los novios... es una mezcla de detallecitos y souvenirs que la gente se suele llevar que hacen que te quede como una idea general, una marca personal de los novios , en cada casamiento.
- ¿Y qué es lo primero que los novios u homenajeados tienen que definir?
L: - Es importante que tengan definido ya lo que va a ser el estilo de su fiesta, porque a partir de ahí nosotros nos basamos para aconsejarles qué es lo que les conviene para lo suyo. Siempre se empieza con las participaciones, que es lo vital y lo que tienen que tener antes. De la participación, lo primero que se define es el texto, el estilo general y después hacemos toda una serie de punteos con colores, o ejemplos del catálogo que a ellos les hayan gustado. Se entregan primero para que puedan ir repartiéndolas, y después se sigue trabajando en las piezas que ya son para el día de la fiesta.
- Para las piezas de la fiesta, ¿trabajan en conjunto con los ambientadores?
L: - Si, tratamos de trabajar en conjunto con los ambientadores que hayan elegido los novios, eso para nosotros es lo ideal cuando se puede, porque es la manera de que cierre todo perfecto. Es lo ideal porque, por ejemplo, los carteles y demás, los colocan las ambientadoras, entonces es una lástima que esté mal colocado, porque pierde su función. De hecho, nosotros pedimos a la gente que primero definan el color que va a tener la ambientación para después trabajar sobre eso. Porque la realidad es que muchos salones no tienen ambientadores, y tenés dos opciones, te dicen "bueno, mantelería negra o verde manzana" y de ahí no nos podemos salir, por ejemplo, si nosotros ya habíamos empezado a trabajar con un naranja, va a quedar un cachivache total. También consultamos bien cómo es el salón: hay salones que son súper modernosos, y otros que son más bien clásicos, con candelabros, y eso también condiciona.
- ¿Con cuánto tiempo recomiendan empezar a planificar las participaciones?
L: - En nuestro caso es súper rápido, en una semana están listas, porque tenemos imprenta propia. Aunque, por ejemplo, ahora estamos haciendo algunas para agosto del año que viene, porque hay chicas a las que les gusta ver muchas muestras, les gusta ver muchos ejemplos con el diseñador... pero el tiempo de impresión es una semana. Hay chicas que empiezan muchísimo antes por el simple hecho de que quieren ya dejarlo cerradito, y las chicas que empiezan una semana antes también están a tiempo.
- ¿Cuál es el estilo que más te piden?
L: - Mirá, en general, bien informal , todo lo que es clásico, por ejemplo, los padres que participaban y demás, ese tipo de textos ya mucho no caminan. La premisa general es que sean informales, y relajados, después, a partir de ahí, se abre un abanico de estilos que es infinito, siguiendo la personalidad de cada uno de los novios.
- ¿Qué es lo más original que les han pedido?
L: - Lo que más sale de cosas novedosas son las botellas personalizadas con las etiquetas, las invitaciones que son piezas convertidas en participación, como chocolates. Tenemos ahora una fiesta en donde la idea rectora es un rompecabezas y las tarjetas se van abriendo y hay que conformarlas. Con los números de mesa, una vez que los invitados estén ahí, completan una foto de los novios, hay un montón de cositas, pero siempre tiene que ver con algo del casamiento, no es arbitrario, es porque los novios se identifican con eso.
- ¿Y qué otros objetos diseñan para las fiestas? Estoy viendo que tienen remeras que dicen "Recién casados..."
L: - Tenemos varias cosas aparte de la participación, que son las que nos suelen encargar, después, otras piezas que se les ocurran se pueden hacer también. Tenemos planitos porque muchas veces el lugar queda un poco a trasmano para llegar, invitaciones virtuales para enviar por mail, que se envían antes para que los invitados vayan guardando la fecha, stickers con nombres de los invitados, números de mesa, cartel de bienvenida, listas para las barras de tragos...
De las remeras, en realidad, la que se propone en la página es la de recién casados, pero por supuesto que puede ir lo que sea. Ahora, por ejemplo, tuvimos un cumple de 50 y le hicimos una remera que decía "Cumplo 10, ¿acaso la vida no empieza a los 40?". También tenemos papel carta, postales de agradecimiento, blocks, cuadernos, titas... CDs, los CDs están saliendo mucho como souvenirs en sí mismos: tienen las canciones que los homenajeados quieren compartir con sus invitados, pero al mismo tiempo es un CD diseñado íntegramente para ellos, con fotos, o con el estilo de diseño que estén manejando.
Otra cosa interesante que está saliendo últimamente es el diario para la fiesta. Un diario en el que, por ejemplo, si es un casamiento, van a encontrar tests para ver si los conocen a los novios, anécdotas, boliches de moda de cuando cada uno era joven, fotos con los mejores amigos, infinidad de cuestiones que cada uno va armando, y se entregan normalmente cuando está terminando la fiesta, como un diario a la mañana.
Y después es ilimitado a lo que la gente quiera, se pueden hacer muchas cosas, lo que la gente nos plantee. Hay cosas que responden a necesidades más específicas. Hace poco, señalizamos todo un casamiento que era en la ruta Mar del Plata - Miramar, hicimos todos los carteles de la ruta para llegar hasta el casamiento, con frases cortas que la gente iba hilando a medida que pasaba, con el logo de los novios y una frasecita de cuánto faltaba y demás. Cumplía una doble función: que lo ubiquen, porque realmente era una estancia en el medio de la nada, y ser un detalle.
Otra cosa que muchas veces nos piden es que participen los hijos en las tarjetas, entonces después en todo el sistema son protagonistas ellos.
- En fiestas de Bar - Bat Mitzvá y quince años, ¿qué cosas suelen hacer?
L: - En las fiestas de 15 ya nos salimos directamente del formato de la participación y pasan a ser objetos. Muchas veces las tarjetas vienen en bolsitas de tela y ya las chicas se las quedan, o hacemos cajitas, que adentro siempre algo traen... A veces las invitaciones personales ahora tienen tipología Creamfields o Ticketek, son como entradas de boliches o recitales. Muchas veces viene directamente el maniquí con el vestido, porque a muchas chicas les gusta como dar la pista de qué color va a ser el vestido, y eso ya es la tarjeta.
En Bar y Bat Mitzvá lo que está a full es el tema de la foto. Mucha foto, pero con diseño, no la foto simple ni romántica, siempre hay algo, la foto con colores fuertes, que se va aplicando después también en otras piecitas, es lo que más se usa.
Con los chicos de Bar, Bat y Quince, hay un tema muy fuerte que es el contraste entre los gustos de las madres y los gustos de los chicos. Normalmente, a las madres les suele gustar más lo clásico, y los chicos ahora ya tienen una creatividad que es impresionante, piensan en piezas que a nosotros nos dejan con la boca abierta. Hay que hacer un consenso entre lo que quieren los dos para lograr la pieza. Eso es lo que hacemos, si viene un chico con una idea demasiado alocada, que no va a ser funcional, después tratamos de tomarla pero bajándola un poquito a la realidad, y lo mismo con la madre, tratamos de mostrarle todo lo que se hace, porque muchas llegan con ideas de cosas que fueron viendo y cuando ven el catálogo dicen "ah, se puede hacer de todo!". Hay que, de alguna manera, ir educando al cliente, con todo lo que se puede hacer, para que no se queden con algo simple.
- Por último, ¿Hay algo más que recomendás a los novios u homenajeados a la hora de pensar en las participaciones?
L: - Ante todo, tranquilidad.... porque lo importante es que no pierdan de vista el estilo de la pareja o de la quinceañera. Muchos llegan y se les pegan todos los estilos que hay, les gusta todo. Por eso yo siempre cuando empieza a gustarles todo, los hago volver para atrás para que me digan, "a ver, contame cómo va a ser tu fiesta", "contame cómo son ustedes como pareja" porque ahí es donde se encuentra el estilo. Vienen ya tan mareados, con tantas cosas que contratar, que hay que bajar un cambio, encontrar cuál es el estilo que necesitan y ahí sí hacerles algo bien divertido y original.
Lorena Tuero / Orygami Invitaciones
www.orygami.com.ar
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