Las flores del ramo son las más importantes de tu vida. Te acompañaron a la jupá, simbolizaron toda tu delicadeza de novia, las elegiste con dedicación y con amor. Muchas novias deciden entregarlo a una mujer que sea especial en su vida o bien arrojarlo e la fiesta a la suerte de las invitadas.
Si sos de las que quieren guardarlo como un hermoso recuerdo no podés dejar de seguir leyendo esta nota. Los anillos quedarán para siempre, el vestido, si no lo alquilaste, lo podrás conservar, pero el ramo es un elemento efímero… Sin embargo, hay formas de conservarlo.
Ya sea disecándolo vos misma o enviándolo a profesionales para que le apliquen algún proceso de conservación, lo ideal es que las primeras horas esté refrigerado. Una vez que ya no requieras del ramo, podés pedir en el salón que lo pongan en alguna heladera y, luego, dárselo a tu familia para que lo conserve en frío durante tu Luna de Miel. Cuanto antes empieces los procesos de conservación, mejor.
Hay distintas opciones para hacer perdurar el ramo:
- Secalo vos misma. El proceso casero consiste en colgar el ramo boca abajo, en un lugar de la casa fresco y oscuro, envuelto en diarios. Cada tanto, rocialo con barniz en aerosol, para que se endurezca. Luego, guardalo en una caja de cartón, donde no le de la luz. La desventaja de este proceso es que no siempre queda excelente, tenés que sacarle las hojas verdes (sólo podés endurecer las flores) y si son flores claras, pueden amarronarse.
- ¡Hacelo cuadro! ¿Alguna vez viste, en ferias de artesanos o casas de decoración, cuadros con flores secas dentro? ¡Eso mismo se puede hacer con tu ramo! Hay profesionales que se encargan de desarmar, pétalo por pétalo, tus flores, secarlas, prensarlas y luego armar una composición en un cuadro con ellas. Podés colgarlo junto a tus fotos de casamiento, ¡muy original!
- Vivificalo. Existe un proceso nuevo, conocido como vivificación, mediante el cual se trata a las flores en forma química. Científicamente, se conoce como liofilización. En Argentina, ya hay varios proveedores que se encargan de hacerlo. El ramo conserva su textura, color y aroma original. Es un proceso similar al embalsamado, pero con plantas. Podés vivificar las flores luego de la boda o, directamente, adquirir un ramo que ya tenga estas características, así después te despreocupás y sólo tenés que guardarlo.
Es importante que decidas con antelación qué vas a hacer con tu ramo, ya que cada día perdido sin tratamiento hace que se deteriore. Para no perder tiempo, averiguá antes de la boda por estos procesos y ya tené pautado dónde llevarlo y qué hacer, para poder dar instrucciones precisas a quien lo lleve.
¡Te quedará un hermoso recuerdo!
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