Todos los bnei mitzvá quieren tener su ceremonia de velas, y existen pocas novias que se resistan a tirar el ramo. En casi todas las fiestas, los homenajeados querrán mostrar un video o entretener con un show. Es importante que distingamos una tradición de un “lugar común”. Todas estas tradiciones son hermosas, pero ¿es necesario cumplir con otros rituales que ya están en decadencia, o hacer una fiesta que sea un calco de todas las anteriores a las que nuestros invitados han concurrido? En FiestaJudia.com, te presentamos 5 lugares comunes o clichés que consideramos que es mejor evitar en tu fiesta:
- El exceso de emotividad y de formalidad. Un casamiento, bar o bat mitzvá, son, de por sí, emotivos. No te sugerimos que los elimines por completo, pero descontracturá. Un casamiento no debería tener un exceso de homenajes entre los novios o una temática excesivamente “romántica” y en un bar o bat, los padres deberían abstenerse de esos discursos emotivos eternos, al igual que homenajes de amigos ¡más diversión y euforia!
- Las fotografías posadas y el fotógrafo persiguiendo a los homenajeados. Ok, tal vez no quieran perderse la típica foto “mesa por mesa”, para asegurarse de que nadie falte en el álbum, pero pídanle al fotógrafo que ese sea el único momento “armado”. El resto de las fotos deberán reflejar la espontaneidad y frescura del momento.
- Los souvenirs “de adorno”. Con la mano en el corazón, nadie va a estar escuchando sus pensamientos, ¿cuántos souvenirs “de adornito” (una parejita, una pequeña Torá, etc) guardaron demasiado tiempo o realmente exhibieron? Lo mismo sucederá con sus invitados. Busquen souvenirs útiles, que no junten polvo. La pequeña escultura bonita no se usa más, es de la época del casamiento de nuestros padres y del bar mitzvá de nuestro sobrino mayor.
- Los objetos cursis “típicos nupciales” o “típicos de bar o bat”. Ejemplo: los muñequitos de torta de bodas (con varios pisos y una fuente, ¡tan ochentosa!) o la Torá de mazapán en una torta de bar o bat. Acá hacemos la excepción: son un cliché, pero, si les gustan, hay variantes más modernas para usar. En bodas, las cintitas o las ligas… pocas novias las usan y, las que sí, aggiornaron la tradición, poniendo objetos más modernos o nuevas variantes.
- Los clichés musicales ¿Quién dijo que todos los novios debían entrar con la marcha nupcial? Si les encanta y la soñaron, adelante. Si no es de su agrado, en ningún lugar está establecido que sea así, es una mera costumbre. Elijan cualquier melodía clásica que vaya más con su personalidad ¿El vals siempre tiene que ser el Danubio Azul? ¿Los papás de bar o bat tienen que cantar, una y otra vez, Uf Gozal, con lágrimas en los ojos? ¿El “carnaval carioca” siempre empieza con música de Los Auténticos Decadentes”? Piensen alternativas diferentes…
La clave para detectar un cliché es simple: ¿Lo vieron en todas las fiestas? ¿Ya están, ustedes mismos, cansados de ese momento u objeto? Entonces, nada los obliga a repetirlo.
Sin embargo claro que todas estas consideraciones son subjetivas. Si alguna de las cosas que acá están mencionadas como lugares comunes les encantan, ¡adelante!
Es su fiesta y de nadie más, y tiene que tener su toque personal.
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