¡Amiga! ¿Cómo estás?
Por acá… la situación anda tensa. Me acaba de llamar por teléfono Laura, una amiga, para decirme que si una chica con la que está peleada a muerte va al casamiento de otra amiga nuestra, ella no piensa ir. “Ya le advertí, ni loca me cruzo con Daniela, ella o yo”, dijo, tajante. Me puse en el lugar de Caro, nuestra amiga que se casa, y traté de conciliar, ¡a mí me pasó lo mismo en mi casamiento, pero con familiares!
Así que mientras espero que vuelva sonar el teléfono y sea alguna de ellas dos, antes de volver a hacer de mediadora (¡¿en qué me metí?!), voy a pasarte algunos tips a vos para que puedas conciliar este tipo de situaciones más que incómodas.
- A la hora de invitar. Si ambas personas que están peleadas son importantes para ustedes, no dejen de hacer partícipe a ninguna. Si te das cuenta de que una de esas personas estaría invitada “de compromiso” y está peleada con alguien muy importante para vos, evitá el momento incómodo y considerá si vale la pena invitarlo/a. Si la pelea es muy fuerte, seguramente preguntarán si el otro va a estar… digan la verdad, nunca mientan, porque si se encuentran de sorpresa va a ser peor.
- Charlen y expresen sus sentimientos. A veces, puede pasar que se instale el tema y que hablen más de esta pelea que de tu casamiento, ¡horrible! O que te veas venir que van a poner mala cara al encontrarse. Dejales en claro que vos necesitás que se enfoquen en ustedes, que celebren con ustedes. En la fiesta va a haber mucha más gente con quien estar, no necesitan estar pensando en “su rival” todo el tiempo.
- Armando las mesas. Es más que obvio decirte que no sientes en una misma mesa a gente que no se banca. También, si podés, tratá de ponerlos en mesas que estén lejos. Tené en cuenta también las enemistades que no estén manifiestas, pero que sepas que existen, y la falta de afinidad: la gente que “no tiene onda” entre sí.
- Shows participativos. Si tenés algún show participativo o de juegos, te convendría aclarar a los animadores, de antemano, que no convoquen juntas a estas personas que están peleadas ¡No sea cosa que los llamen y, en el momento, una se niegue o te armen un escándalo!
- Si los enemistados son protagonistas. Si los que no se llevan bien son tus papás y tus suegros, los testigos de civil de ustedes dos o tu hermano y tu cuñado, por ejemplo, ahí sí te aconsejo que se sienten todos a charlar antes de la boda y que ustedes traten de reconciliarlos. Si no se puede, expliquen, como te dije antes, que acá lo importante es su casamiento y ustedes necesitan PAZ.
- Y por último… lo que te voy a decir puede doler, pero es así. Si alguna persona no quiere ir a tu boda porque va a estar alguien a quien no se banca, aunque le asegures que lo vas a sentar lejos y que no tiene que dirigirle la palabra, entonces reconsiderá cuánto le importás y qué papel juega en tu vida… eso es lo que le estoy diciendo a mi amiga, ¿a vos qué te importa más, tu pelea con Laura o el casamiento de Caro? Si sos de las que está de la otra vereda, es decir, la invitada que no quiere ir… ¡reflexionalo bien!
Amiga, es importante que hagas lo posible para evitar los roces, los consejos que te di van a ser muy útiles. Sin embargo, también es el momento de pensar en vos y en tu amor, no te amargues ni angusties en esta etapa tan importante de tu vida por los caprichos de otros.
Si tenés alguna disputa entre tus invitados… ¡te deseo lo mejor, que la puedas resolver! Te dejo, que me suena el teléfono y tengo que seguir mediando, ¡qué lío!
Un beso,
Judith
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