¿Qué tal esos preparativos, amigas? Trato de imaginar en qué etapa andarás ¿con los últimos detalles, eligiendo el salón, probando vestidos de bat…?
Pero les aseguro que nunca, nunca van a correr tanto como en esos días, los de la celebración misma del bar o bat mitzvá. Pensá que son 3 o 4 días corridos (según sea chica o chico, tefilín, después Kabalat Shabat, Shajarit y la fiesta…). Hay toda una familia que movilizar y vos, la mamá, tenés sobre los hombros la tarea de armonizar y ordenar a todos, ¡mientras seguro estás re nerviosa!
Tranquila, todo se puede, pero recordá estos tips para evitar desajustes, llegadas tarde o imprevistos.
- Armate listas de los preparativos de último momento. Llevar los souvenirs y cotillón al salón, retirar el vestido o traje, comprar el pequeño servicio de desayuno de los tefilin, rechequear horarios con los proveedores… anotá todo y andá tachando. Escribila con tiempo, antes de que tu cabeza empiece a estar "en otra"
- Adelantá todo lo que se pueda. Si el salón te deja llevar las cosas en la semana, hacelo cuanto antes (en general se puede si tienen espacio para guardar cosas o si la fiesta es un sábado y no tuvieron un evento el viernes). Si tenés que teñirte, depilarte o hacerte vos y la bat las uñas, no lo hagan el jueves, sino a principio de semana (si las cuidan, las uñas quedan bien igual, ¡que tu marido lave los platos!). Así hacé con todo lo que puedas sacarte de encima antes de que empiece la vorágine.
- Ojo con los celos y berrinches. Cuando fue el bar de Ari, mi hijo mayor, Micaela, mi otra nena, tenía ya 10 años. A pesar de no ser tan chiquitita y de estar próxima a empezar a preparar su propio bat, se puso celosísima. Es comprensible. Mimalos por algún lado, hacé que el hermano homenajeado les haga algún regalo, a las nenas, llevalas a la pelu y producilas como princesas, que toda la familia se sienta parte importante.
- Las emociones de los bnei mitzvá. Los hermanitos tienen berrinches, los homenajeados, ¡nervios! Vos también, seguro, pero no se lo transmitas. Ayudalos a entender que, si se equivocan al leer la parashá o al cantar, no es un examen (hasta los oficiantes se pueden equivocar) y la fiesta es una celebración entre amigos, no una vidriera para estar perfectos. Todo tiene que ser para disfrutar y vos vas a estar a su lado.
Y, primordial, que no te olvides de disfrutar y de emocionarte, ¡te esperan grandes momentos!
Yo voy a seguir acompañando este proceso y ayudándote,
Un beso grande,
Vanesa
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