Las preguntas salvadoras… ¡no te quedes con dudas!

Al organizar una fiesta, es común que no tengamos demasiada experiencia y que todos los avatares que incluye organizar un evento nos superen.
Por eso, en FiestaJudía.com, te acercamos algunas “preguntas salvadoras” que no podés dejar de hacer, para evitar tener contratiempos o malententidos y poder quedarte tranquilo, ¡tomá nota!

• ¿Me das el presupuesto por escrito?  Cuando pidas un presupuesto, pedí siempre que te detallen en forma impresa los valores y hasta qué fecha se mantiene ese precio. Si no, será tu palabra contra la del proveedor. A veces, no es mala voluntad de ellos, pero el empleado que te atendió puede haberse equivocado y vos te podés llevar una idea errónea: un impreso desde una base de datos no tiene margen de error.

• ¿Qué prestaciones incluye el presupuesto? Esto también deberá quedar por escrito, en especial al firmar contratos, evitá luego tener que pagar extras que no contemplaste como tales. Si hay cosas no incluidas, que te anoten sus valores. Particularmente, los servicios que pueden tener más elementos extra son los salones (pantalla, DJ, luces, mobiliario), el catering (torta, centros de mesa, mantelería) o el servicio de foto y video, pero consultá en todos.

• ¿Puedo congelar el precio? Te explicamos, si sos nuevo en esto, qué es “congelar el precio”. En tiempos como los que vivimos, la inflación está a la orden del día. Congelar significa que, todo aquél porcentaje del servicio que vas abonando, queda fijo en ese valor, sin tener que ser ajustado o actualizado. Si pagás X cubiertos del catering al valor inicial, quedan abonados por completo. Si abonás por adelantado el salón, no deben actualizarte el precio. Si tenés el dinero disponible, en una economía tan cambiante, ¡hacelo sin dudarlo!

• ¿Cuánto tiempo va a demorar este servicio? Los novios y familias de bnei mitzvá somos impacientes y, a veces, no conocemos los tiempos de los proveedores. Además, necesitás hacer articular una cosa con otra y conocer el timing de todo. Es mejor dejar las cuentas claras. Si encargás zapatos, tal vez pienses que en dos semanas estarán, y tardarán un mes. El vestido puede llevar 6 meses y, según tus  expectativas, en dos meses estaría listo. El video puede demorar 3 meses y, al volver de la luna de miel, ya lo vas a querer tener… preguntá todo.

• ¿Y qué pasa si….? Los planes  “B”. Todos aquellos servicios que contrates que estén sujetos a condiciones climáticas, disponibilidad, electricidad, etc. necesitan darte seguridad ante emergencias. Preguntá si hay grupo electrógeno (con varias horas de autonomía) en el salón. Si la fiesta es al aire libre, ¿hay un lugar cubierto con capacidad amplia? Si alquilás un auto descapotable y llueve, ¿te facilitarán otro modelo? Si la maquilladora se enferma o tiene un imponderable, ¿trabaja con un reemplazo?

Además de estas dudas, te recomendamos que, con tu pareja o familia, hagas un “brainstorming” (lluvia de ideas) antes de ir a ver a cada proveedor, anotes toda pregunta, por tonta que parezca y que no dejes ninguna idea en el tintero.
No tengas miedo de parecer demasiado insistente, ¡cada detalle debe estar firmemente ajustado!