¿Cómo Hacer para No Olvidarte de Preguntar Nada?

Organizar una fiesta no es sencillo, más aún si es su primera vez en esto. A la cantidad de proveedores con los que hay que tratar, se le suman la emotividad y los nervios, inevitables, y, en los últimos meses, la vorágine de los preparativos, que parecen interminables. 

Con todas estas condiciones, muchas veces, van a tener tal enredo en la cabeza que se pueden olvidar de cosas importantes, entre ellas, de consultar dudas esenciales en cada reunión con los proveedores, ¡y eso que las dudas son algo que nunca falta!
En FiestaJudía.com, les vamos a pasar algunos tips para organizarse mejor:

• Destinen un cuaderno o libreta a las averiguaciones de la fiesta. Divídanlo por rubros, anoten las búsquedas y, una vez elegido el proveedor, vayan apuntando las dudas que surjan. En cada reunión, lleven esa carpeta y anoten incluso, si quieren, las respuestas.

• Tengan siempre la carpeta o algo para anotar a mano. Las dudas pueden surgir cuando menos lo esperan. Tal vez estén trabajando, cocinando o mirando la tele y viene a la mente, “¿Cuándo llevamos el cotillón al salón?”, “¿Cuándo me conviene hacer la prueba de maquillaje?”, “¿Cuánta plata conviene llevar al destino que elegimos de Luna de Miel?”.

• Si las dudas son urgentes, comuníquense por email con su proveedor o llámenlo, pero no dejen de agendar la respuesta. Aunque parezca innecesario, tienen tantas cosas en la cabeza que va a ser útil.

• Unos días antes de cada reunión, hagan un “brainstorming” o lluvia de ideas. Si son una pareja, háganlo los dos juntos. Si son papás de un bar o una bat mitzvá, incluyan a los chicos en esto. Anoten todo lo que se les ocurra para preguntar, por más mínimo que les parezca. Después, pásenlo en limpio al famoso cuadernito.

• Para hacer este brainstorming, piensen en las instancias de la fiesta, deténganse minuciosamente, imaginando ese día, en qué cosas va a implicar el servicio contratado, o qué han visto en otras fiestas. Pueden pedir ayuda a amigos que hayan organizado un evento recientemente, y también buscar notas en Internet en sitios como FiestaJudia.com y en revistas, así como entrevistas a proveedores.

• Hagan algo similar, aunque no necesariamente con un cuaderno permanente, con las cosas pendientes para hacer, como si fuese una tarea laboral. La famosa “to do list”, como la llaman en inglés. Anoten tareas semanales y plantéense objetivos, vayan tachándolas. 

Recuerden que la clave para que todo salga como lo planificaron es estar organizados. No se trata de obsesionarse, aunque sí de ser puntillistas y, si la memoria, en momentos de mucha emotividad, puede fallar, tener todo anotado puede ser un gran aliado.