Junto con el templo, la búsqueda del salón es una de las primeras elecciones que van a emprender a la hora de preparar el bar o bat de sus hijos. Funcionalidad, conveniencia, estilo… ¿en qué tienen que fijarse? En FiestaJudía.com, los asesoramos para que el lugar elegido sea perfecto y acorde a lo que están buscando. - Cercanía o facilidad para llegar, si hacen la fiesta después de la ceremonia, el sábado, lo ideal es que el templo y el salón estén en el mismo barrio o en zonas aledañas. Si se “enamoraron” de un salón que queda lejos de la comunidad elegida, asegúrense de que todos tengan cómo llegar y consideren alquilar una combi para los chicos.
- Época del año. Las quintas y los salones con jardines y exteriores para la recepción son hermosos, más frescos y jóvenes que un lugar completamente cerrado, pero si la fiesta es en julio, piénsenlo bien… si es en época de buen clima pero con posibles lluvias (abril, septiembre) fíjense si hay una alternativa cómoda en interiores, con capacidad para la cantidad de invitados que tienen, un “plan B”.
- Sepan de antemano la cantidad de invitados. No siempre sabemos el número exacto, puede haber “bajas” y agregados de último momento, pero el margen no debería ser tan grande. Si les muestran un salón con las mesas dispuestas para 100 personas, pero les dicen que entran 150, vuelvan a verlo cuando haya una fiesta para esa cantidad. No se confíen. La comodidad de la gente es primordial.
- Que los chicos opinen en cuanto al estilo. Muchos salones son realmente hermosos, pero, por su fisonomía (romántica, clásica, minimalista) son más propicios para una boda. El salón de una fiesta adolescente (salvo que se trate de una chica que desee algo “de princesa”) debe ser moderno, juvenil. Suman mucho las luces, la tecnología. Vayan a verlo ambientado y listo antes de una fiesta, con los chicos, para que ellos y ustedes tengan una idea real de cómo se ve.
- Atención a la pista de baile. Otra diferencia con las bodas. En los casamientos, si no hay tantos amigos y hay familiares mayores, quizá no todos bailen, y se baila en forma más “tranquila”. En un bar o bat, si tienen muchos chicos invitados, la pista tiene que ser grande, vistosa, cómoda, se va a usar de principio a fin y “a full”, y es lo que a los chicos más les importa.
- Comodidades para algunos invitados. Piensen en los más grandes y en los más chiquitos. Esto depende del caso de cada familia. Si el salón tiene dos plantas o es en un primer piso, y hay abuelos con dificultades de movilidad, busquen que tenga ascensor. Si hay muchos nenes, algunos salones tienen una sala especial con servicio de niñeras, ideal para que los padres disfruten.
- Valoren que el salón tenga experiencia en bnei mitzvá. Especialmente, si van a contratar salón y catering juntos. Se van a dar cuenta por recomendaciones o incluso hablando con los encargados y dueños. Que sepan qué comida gusta y haya platos típicos, que conozcan bien cómo manejar la ceremonia de velas, el timing del sherz y otros momentos es ideal.
- Por último, lo económico, que no es un detalle mínimo. Consulten qué incluye el servicio, para poder comparar entre un salón y otro. Algunos de los servicios en los que los salones difieren en incluir o cobrar extra son: DJ, luces especiales, pantalla y proyector, recepcionista, coordinador, impuestos a la música. Comparen también según la forma de pago.
Sugerimos que empiecen por ver salones por Internet, en base a guías como FiestaJudía.com y a recomendaciones de familias amigas. Filtren según tamaño, precios (si es que les pasan presupuesto por Internet) y estilo, teniendo en cuenta el gusto del homenajeado.
Una vez que reúnan un grupo de salones que, al menos viéndolos en la web, les parezcan acordes a lo que buscan visiten todos con los chicos y comparen.
Con estos tips en mente, ¡seguro van a elegir el salón perfecto para sus hijos!
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