Hola, ¿Cómo estás?
Como ya te conté mi hijo Ariel hizo su Bar mitzvá el año pasado, pero lo que no te dije aún es que nos la vimos difícil porque es tan pero tan tímido que entró en Panic Atack pre adolescente durante los preparativos… ¡no te podés imaginar cómo estaba! sudaba, dormía mal, estaba ¡al-te-ra.dí-si-mo! sufriendo la sobre exposición que debía atravesar. Pensá que Arielito (sí, por más que ya le crezca su barba lo sigo llamando así) debía enfrentar montones de situaciones siendo el centro de atención de todos: ceremonias del templo, entrada al salón, las velas, el vals… tantas situaciones que para alguien tímido parecían imposibles de realizar. Puse parecían porque pudo disfrutar a pleno de su Bar Mitzvá ¿querés saber cómo?:
- El curso preparatorio. El seminarista de nuestra comunidad conoce desde que nació a Ari y sabe que no podía pedirle que cante como solista o rece en voz alta. Le preguntó a mi hijo qué esperaba él de su bar mitzvá, que era lo que soñaba que suceda y en base a eso le asignó sus responsabilidades para las ceremonias. Durante los meses de preparación el seminarista jamás lo hizo cantar a recitar sólo, tal le pidió Ari.
- Las ceremonias. Tuvimos la suerte de que Ari tenga un compañero de Bar Mitzvá, Fede, súper extrovertido, por lo que se complementaron perfectamente. Ari sumó su voz a la Fede en los estribillos y leyó sólo aquellos fragmentos en que todos los presentes leen en voz alta al unísono ¿Qué te parece para que lo haga también tu hijo?
-Entrada al salón. Ya solita te habrás dado cuenta que si tu hijo es tímido no entrará solo bajo ningún concepto, entiéndase caminando, bailando, cantando ¡o de la manera que se te ocurra! Una variante que te sugiero es que entren papá y mamá con él junto a sus hermanos o bien que no haya entrada triunfal, simplemente larguen la música y todos a bailar el “sher” que da comienzo a las fiestas judías.
-Baile. Este punto creo que no debería ser taaaaan conflictivo. Todos (bueno, casi todos) tus invitados estarán en la pista y si bien tu hijo será el homenajeado no se centrarán las miradas en él. Traten de pautar con el Dj tandas musicales que sean de su agrado para conseguir que, con el correr de las canciones, tu hijo se vaya dejando llegar por el ritmo.
-Velas. Este si es un punto difícil porque acá si tiene una exposición al 100 por ciento y todas las miradas se centrarán en él. Una opción media loca, pero efectiva, es grabar con anticipación las velas en lugar de someter a tu hijo a hablar parado en el centro del salón ¿qué te parece?
- Shows. Los shows en su mayoría son participativos. A los anfitriones que son extrovertidos les encanta ser estrellas por un momento y bailar, cantar, disfrazarse… ¡pero a nuestros hijos tímidos no! En mi caso optamos por contratar un show moderno y atractivo indicando que pasarán por alto el hacer participar a Ari.
- Las fotos. Tu hijo tiene que ser “extremadamente” tímido como para que le cueste posar en grupo. Si el tuyo es como el mío pueden torturarlo aquellas fotos que son retratos individuales ¿De qué sirve que tengas unas cuantas fotos de tu hijo padeciendo el momento con cara de pocos amigos? Entonces, ¿sabés cuál es la solución?: las fotos espontáneas, que el fotógrafo "dispare" una y otra vez sin pedir que posen, atesorando el recuerdo de cada momento ¡te aseguro que son las más lindas!
En definitiva, relajate y transmitile a tu hijo la tranquilidad de que no deberá hacer lo que lo haga sentir incomodo. El Bar Mitzvá es un momento tan especial de su vida que nade debe empañar la alegría, cada uno lo vive a su modo. Te pido por favor que no intenten cambiarlo, presionarlo para que haga cosas que no tienen que ver con su personalidad timida.
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