Quizás vos y tu novio sean de esas parejas que se han hecho la pregunta del título. Ya viven juntos y tienen la casa equipada. Ya resolvieron la luna de miel, quieren viajar por su cuenta o en otro momento, ¿qué otra cosa pedir de regalo que el dinero? No es ofensivo ni extraño pedirlo. Sólo hace falta tener tacto y, claro, es una cuestión cultural. No va a ser lo mismo que tu prima entienda que te tiene que regalar cash, en vez de invertirlo en esa lámpara que le parecía di-vi-na, que hacerle entender a tu abuela que no te va a regalar algo tangible y que “te va a quedar para toda la vida”.
Pero eso no es cierto, ¿quién dijo que con esa plata no se van a comprar cosas importantes? Te voy a tirar unos tips que los van a ayudar a ser delicados, directos y claros a la hora de pedir dinero, money, cash, gelt, kesef o como quieras llamarlo como regalo de bodas, ¡anotá!
- Aclárenlo desde la tarjeta, con tiempo. No esperen a que les pregunten qué necesitan para pedir dinero, sino que deben aclarar desde las invitaciones que su necesidad es un regalo monetario, para darle tiempo a los invitados de decidir cuánto regalarles, juntarlo y depositarlo.
- Pídanlo “dulcemente”. Así como otros novios ponen la tarjeta de la lista de regalos o de la agencia de viajes, pongan una tarjetita donde pidan que el regalo sea plata. Háganlo “con amor”, elegantemente, con frases que despierten una sonrisa y no la sensación de “se vino el mangazo”, por ejemplo, te tiro una “salud y amor ya tenemos, ¿nos ayudan con el dinero?”.
- Una opción de regalo: cuenta bancaria. Lo más común es dar a los invitados los datos de la cuenta bancaria de alguno de los novios (o de ambos) para que les depositen dinero. Algunos novios abren una cuenta especialmente para este fin.
- Otra opción: el sobre. Podés colocar un sobrecito junto a la tarjeta, con una frase simpática, del estilo de la que te mencioné antes, y anunciar, en ese mismo sobre, que habrá una urna o cofre en el salón donde dejarlo. Tené en cuenta que para los invitados no es tan cómodo ir con dinero a la fiesta, pero si te convence más que hacerlo en forma bancaria, es una opción que se puede utilizar…
- Aclaren para qué utilizarán el dinero. A la gente le gusta saber el destino del regalo. No es lo mismo saber que regalaste 500 pesos que saber que obsequiaste un cuarto del sillón que los novios tanto querían. Personalmente, cuando charlen sobre el regalo, cuéntenle a sus invitados qué necesitan y qué desean hacer con ese dinero. Luego de la boda, relaten y muestren a sus seres queridos qué lograron comprar con el dinero regalado.
- Tengan en cuenta los tiempos. La mayoría de la gente deposita o les alcanza el regalo unas semanas antes de la boda. Si lo piensan usar para irse de luna de miel o para solventar gastos de la fiesta, contemplen que van a tener que pagar estos gastos antes de recibirlo. Lo mejor es pedirlo prestado a un familiar de confianza y luego devolverlo con los regalos (asegurándose de que podrán cubrirlo con ellos).
Por último, les digo que no tengan pudor de pedir plata como regalo. Hoy en día, es una de las costumbres más comunes. De la mayoría de mis amigas, todas las que ya convivían antes hicieron una lista en agencia de viajes, o un pedido de dinero como el que te describí acá.
Si ya vivís con tu pareja, los invitados van a entender perfectamente que no tiene sentido caer con un juego de platos o regalarte lo que a ellos les guste, mejor es que ustedes inviertan ese dinero en algo que realmente aprovechen.
Si los familiares más grandes no lo entienden (como abuelos, tíos abuelos y esa generación), buscá la complicidad de tus padres para que, juntos, les expliquen el por qué de este cambio de tradición.
¡Es sólo un cambio de costumbre! Mientras sean sutiles y “dulces” al pedirlo, a nadie le va a molestar… ¡y a ustedes realmente los va a ayudar!
Besos y hasta el próximo encuentro,
Judy
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