¿Por qué las fiestas judías empiezan siempre con el freilaj?

Si fueron a varias fiestas judías, habrán notado que hay algo en el orden de los sucesos que es inmutable: la primera tanda de baile, indefectiblemente, es de freilaj o scherz, nombres con los que se conocen las danzas tradicionales.

¿Por qué, siempre, lo primero que escuchamos es un “Siman Tov, Mazal Tov” y no el vals (primer baile en casamientos no judíos) o una canción de moda? A todos nos gusta ponernos en ronda y disfrutar de esas entrañables melodías, pero ¿se preguntaron por qué nunca se las baila en otro momento de la fiesta?

Desde los casamientos en los pueblos de Rusia, hasta bodas no muy lejanas, el baile y la fiesta se realizaban en el mismo lugar donde se había llevado a cabo la ceremonia. Hasta hace alrededor de 50 años (probablemente, tus abuelos lo recuerden), se corrían los bancos del templo y se bailaba en ese lugar.

Por eso, la canción más tradicional de la tanda de freilaj es “Mazal Tov”: exactamente lo que se le suele gritar a los novios apenas él rompe la copa, dando por finalizada la ceremonia. Antes, todos gritaban “¡Mazal Tov!” (aprovechamos para contarte, si aún no sabías, que quiere decir “buena suerte”) y, en ese mismo instante, ya comenzaban a bailar alrededor de los novios.

La misma situación se daba en los bnei mitzvá. Apenas el homenajeado concluye con la ceremonia, los invitados responden “¡Mazal Tov!”. En ese momento, hoy en día, se suele tirar caramelos, pero antaño, ese grito de alegría daba inicio al baile, dentro del mismo templo. 

Actualmente, la mayoría de las fiestas se celebran en un espacio distinto del de la ceremonia. Para no romper con esa continuidad, la primera tanda de baile es el scherz o freilaj, momento en que todos los seres queridos expresan su alegría y buenos deseos a los homenajeados.

Por lo tanto, la próxima vez que bailen freilaj, y cuando lo hagan en su propia fiesta, tómenlo como una continuidad de la ceremonia (aunque ya no tenga un significado religioso, sino tradicional) y abran sus corazones para escuchar a la gente que más los quiere gritarles…

¡MAZAL TOV!