¡Hola!, ¿qué tal andan esos preparativos?
Hoy me gustaría que hablemos de un tema que, para mí, es primordial en toda fiesta: el catering.
Creo que hay tres cosas sin las cuales un evento sería un fracaso: buena onda de la gente, música acorde al público y comida de excelencia. Pero, atenti a esto: la comida también tiene que ser acorde a la gente. Hay dos cosas, en base a eso, a tener en cuenta al contratar el servicio de un bar o bat. Primero, el target de edad: el catering de un casamiento no es igual al de un bar o bat. El paladar de los teens no tiene los mismos gustos que el de un adulto, ¿o nunca te pasó que tus hijos rechazaran un plato que, para vos, era un manjar indiscutido?
Por otro lado, que es una fiesta judía, por lo cual, la mayoría de tus invitados –familia, amigos de tus hijos del shule y del kínder, amigos de ustedes del country – va a ser de la cole. El catering también tiene que adaptarse a eso.
También te voy a dar algunos truquitos sobre la contratación, así que… ¡tomá nota!
- Voy a empezar por los temas económicos y de contratación. En este país, la previsibilidad no es exactamente lo que caracteriza a nuestra economía. Sin embargo, cuando hacemos una fiesta, es lo que más queremos. Buscá un catering en el que puedas “congelar” el precio de los cubiertos a medida que vayas abonándolos. Eso sí, no pagues la totalidad de entrada, ya que en las fiestas con adolescentes hay más “bajas” de último momento que en las de adultos.
- Pedí de ver el menú completo. No sólo los platos que se sirvan en la mesa, sino que te tienen que dar un detalle minucioso de todo lo que van a dar en la recepción, cada torta y postre de la mesa dulce, bebidas incluidas y hasta las marcas de las bebidas. Sólo así vas a poder comparar calidad y precio entre los distintos servicios que averigües.
- Consultá sobre las cosas que están incluidas. Preguntá por la torta del homenajeado y qué decoraciones ofrecen. ¿Y los centros y números de mesa? ¿La mantelería es puesta por el salón o por el catering? ¿Tiene costo aparte? ¿Qué variedad de colores tienen? Ese tema importa mucho a las chicas… Mica, mi hija, un año antes de su bat, ya me está hinchando con que quiere todo violeta y plateado… y organicé fiestas de bat en donde hasta querían manteles estampados.
- En cuanto a los gustos culinarios teen, empiezo por un “no”, la comida gourmet. Eso no significa que no puedas poner platos elaborados. No es necesario caer en la milanesa simplona del “menú infantil”. Optá por un punto medio. Usá a tus propio hijos como “catadores”, dejá que ellos participen de la elección y de la degustación. Podés servir menús diferenciados para los adolescentes y para los adultos, muchos servicios de catering ofrecen un “menú joven”.
- Adaptá los tragos y la mesa dulce. Por supuesto que no vas a servirles alcohol a chicos de 12 y 13, pero podés contratar una barra de licuados y de tragos sin alcohol. En la mesa dulce, lo último son los cupcakes personalizados e incluir algunas golosinas.
- Vamos a los temas puntuales “de la cole”. Como te adelanté antes, buscá un catering que trabaje con fiestas judías. Así como el gusto teen es distinto, todas sabemos que a los judíos nos gusta comer rico, abundante y distinto que en las “fiestas goim” (sin ánimo de ofender a nadie). Además, es indispensable que incluyas algún que otro plato típico: arenque, boios, pequeños knishes…
- Averiguá si tenés invitados que coman casher y preguntá al catering elegido cómo manejan el tema, ¿tienen la posibilidad de contratar cubiertos casher o tenés que contratarlos por fuera? ¿Cómo lo articulás con el salón? Para saber mejor cómo organizarte con esto y según el grado de observancia de tus invitados, acá mis amigos de FiestaJudía.com prepararon esta nota para vos.
Empiecen a mirar con anticipación: el catering se contrata casi a la par que el salón, para poder asegurarse de tener la fecha disponible. Comparen varios servicios y no ahorren en este punto: como te dije, es uno de los más importantes, si van a recortar, que sea en otros rubros.
¡Éxitos y nos seguimos encontrando!
Un beso,
Vanesa
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