Amiga,¿cómo estás? Vení, acercate más que quiero hablarte de algunos momentos de la fiesta que son sorpresa, no nos tienen que a escuchar.
Me refiero a los pequeños homenajes, aquellas sorpresitas que se preparen entre vos y tu, para entonces, marido. Son emotivos, dulces, auténticos. Sacan a la fiesta de su rutina tradicional, hacen que la celebración no sea igual a todas. Las sorpresas entre los novios son un arma de doble filo, porque se corre el riesgo de caer en el ridículo o de aburrir a todos. Voy a dejarte algunos tips para que eso no pase, para ayudarte a construir momentos inolvidables.
Te voy a hablar de cada tipo de homenaje, lo más lindo que tiene y las cosas con las que tenés que tener cuidado… ¡no falla!
- Cantar una canción. Podés cantar con una pista o, si vas a contratar un show, arreglar con la banda y abrir cantando vos. También hay en el mercado un servicio súper piola que te ofrece grabar un videoclip con tu canción, en un estudio, ¡como un cantante profesional!
Lo mejor: es romántico, dulce y clásico.
Cuidado con: tu voz. Si cantás lindo, hacelo, si no, evitá papelones.
- Hacer un video original. Podés compilar fotos de ustedes (en una forma distinta), cantarle, hablar a cámara o, mirá que buena esta idea, hacer una recorrida por todos los lugares de su historia donde se conocieron, donde salieron por primera vez…
Lo mejor: al no ser “en vivo”, como cantar, evitás que salgas mal por los nervios del momento.
Cuidado con: excederte con la cantidad de videos o con la duración, pensá que va sumado a los otros que tienen planeados. Sé original y salí de lo común.
- Leerle una carta o decir unas palabras. Te puede parecer cursi, pero a mí me encanta. Escribí todo lo que sentís y expresáselo delante de todos, con una música bien romántica de fondo. Este recurso también pueden usarlo entre ambos para agradecer a su familia y a todos los presentes.
Lo mejor: es pura ternura. Se va a derretir.
Cuidado con: hacer una carta que sea larga y pesada, o demasiado íntima.
- Entregarle un regalo. Podés parar la fiesta en un momento y darle un regalo especial, acompañado de tus más sentidas palabras. Un álbum con fotos de toda la relación, algo que recuerde este gran momento que están viviendo, ¡incluso alguna excursión o cosita extra para su luna de miel!
Lo mejor: es muy sorprendente, ¡ni se lo espera!
Cuidado con: parecer ostentoso y mandapartes, más si le regalás algo caro.
- Contratar algo sin que sepa. Un show sorpresa, de un tipo de música que a tu amorcito le guste o algún detalle de la fiesta que no haya previsto. Para que todos sean partícipes de que es una sorpresa, pedile al DJ que la anuncie como tal.
Lo mejor: es un regalo que disfrutan todos.
Cuidado con: el presupuesto. Asegurate de que están en condiciones de gastar ese dinero. Si ya viven juntos y comparten gastos, va a notar que falta la plata y se va a dar cuenta de que algo tramás. Para evitar eso, podés pedirle prestado a tus padres o a otro familiar y devolvérselo después de la fiesta, cuando la sorpresa ya esté consumada.
Las sorpresas son hermosas, ¡a todos nos gusta lo inesperado, cuando viene del corazón! Eso sí, un último consejito: no llenen la fiesta de homenajes y mensajitos entre ustedes, excluyendo a todos los demás. Que no se convierta en un eterno y meloso “te amo”, “yo te amo más”, mientras todos los invitados se aburren… háganlo con onda y en su justa medida.
¡Ya me imagino la cara de tu amor cuando el momento llegue!
¡Que te salga divino!
Hasta la próxima, muchos besos
Juju
¿Querés recibir asesoramiento personalizado GRATIS para tu fiesta?
¡Hacé Click Aquí!
|