¡Amiga! ¿Cómo estás?
Yo acá ando, un poquito bajoneada porque la semana pasada se casó una de mis mejores amigas, que vive en Estados Unidos, y no tuve la posibilidad de viajar. Sin embargo, ella, que es una dulce, se ocupó de hacerme sentir que yo estaba ahí. Te voy a contar algunas de las cosas que hizo para hacerme partícipe de su casamiento. Antes de la boda:
- Enviá la invitación aunque ya sepas que no van a venir. No es sólo una cuestión meramente protocolar, también es demostrar que te importa. Aunque sepas que esas personas no van a poder viajar, es lindo que vean cómo son tus tarjetas, ya que invitar a alguien es distinguirlo entre tus afectos.
- Contale cosas de la preparación: más si se trata de una tía muy cercana o de una de tus amigas íntimas, a las mujeres nos gusta chusmear sobre la ropa, los zapatos, los preparativos… hacelas partícipes de distintos detalles, y hasta podés pedirles ayuda ¡a mi amiga le mandé por encomienda cositas que allá no conseguía!
El gran día:
- Si se trata de seres muy cercanos, podés llamarlos para transmitirles tus sentimientos, una especie de reporte emocional de la previa… hermoso para vos y para ellos. Mi amiga me llamó llorando cuando la estaban vistiendo, ¡nos pusimos a gritar las dos en el teléfono!
- ¿Te imaginaste que podrías hacer un “live streaming” de tu boda? Esto no me lo esperaba. Cuando hablamos me dijo “conectá tu webcam a mi cuenta de Skype en el horario del casamiento”. Tan simple como poner una notebook a un costadito del templo y ¡me transmitió el casamiento en vivo! ¡Es fácil de hacer y es impresionante!
Después de la boda:
- Enviales por encomienda el souvenir o algún objeto de la boda. Mi amiga me mandó sus souvenirs y una flor disecada de su ramo. No sabés cómo valoré ese gesto.
- Compartí las fotos y el video. Podés enviarles un DVD por correo o bien, en espacios privados, subirlos a Internet, para compartir todos los recuerdos de ese gran momento con ellos.
- Guardales un pedacito de torta. Si van a viajar posteriormente, convidalos con una porción de tu torta de bodas, que seguramente tendrás congelada. Dice la tradición que compartir una porción de la torta de novios transmite buena suerte.
Hoy en día, la tecnología nos permite estar un poco más cerca. Aprovechala y también hacé uso del viejo –pero aún efectivo- correo, y la imposibilidad de viajar no va a implicar una ausencia.
Tu boda es el momento más importante de tu vida, ¡compartila con tus afectos, sin importar las distancias!
Te mando un beso, hasta la próxima,
Juju
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