¡Qué cómico lo que estoy viendo, amiga!
Están dando una peli donde la protagonista es una novia desquiciada, lo que en la cultura popular yanqui llaman “bridezilla”, mezcla de bride (novia) y de Godzilla, por el monstruo en que una novia puede convertirse. La muy loca se pelea con todos los proveedores minutos antes de la boda, grita, llora, patalea, porque unas flores no son iguales a las que pidió… ¿me creerías si te digo que hay novias así en la vida real?  Cuando la vi, me di cuenta de que podría venirte muy bien que te explique cómo hice yo para lograr lo más importante en mi casamiento: ¡disfrutar!
De nada te va a servir ser una bridezilla, que supervisa, tira la bronca y lloriquea. Para vivir una boda soñada y muy relajada, andá pensando en…
- . Salirte del rol de “control de calidad”. Dale la importancia debida a cada cosa. Nadie va a notar que el centro de mesa es un centímetro más chico que el que habías encargado o que el show llegó cinco minutos más tarde. No pierdas el eje, que pasa por compartir la felicidad con tu flamante marido y con la gente que tanto los quiere. Ni se te ocurra ponerte a discutir, delante de todos, con el maitre o con la decoradora.
- Designar responsables para cada área. Si hay contratiempos, mejor ni te enteres. Para eso, elegí personas de confianza como interlocutores ante cada profesional. Seleccionalos por experiencia en el tema. Por ejemplo, pedile a ese primo que tanto sabe de música que hable con el DJ ante cualquier eventualidad. Avisale a cada proveedor a quién dirigirse.
- Considerar la contratación de una coordinadora. Si te conocés tan bien que sabés que, por más consejos que te demos, vas a seguir pendiente de todo, entonces pensá en una wedding planner. Si ya planificaste la boda y estás cerca del gran día, los organizadores de eventos también ofrecen el servicio de coordinación sólo para el día de la fiesta. Una excelente idea para lograr que las novias perfeccionistas se relajen.
- Tomarte tus tiempos con tu amor. Los novios son casi rockstars, creeme. Todos los van a estar tironeando de los brazos para decirles lo lindos que están, sacarse fotos, felicitarlos, abrazarlos… disfruten del cariño de su gente, pero también bailen juntos, siéntense en algún momento, desaceleren.
- Estar bella, pero no acartonada. Los maquilladores y peinadores saben lo que hacen. No tengas miedo de despeinarte o de que se corra el maquillaje, si te arreglaron bien, eso no va a pasar. No camines como una momia, bailá, divertite, besá, abrazá, saltá, ¡no reprimas tu propia alegría! Y si el vestido se arruga un poquito (lo cual es poco probable), no se termina el mundo… ¿cuándo lo vas a volver a usar?
- Disfrutar de ser el centro. Algunas chicas son tímidas. Si sos de ellas, pensá en algo, ¡toda la gente que va a estar ahí te conoce! Son las personas que más querés, no vas a ser ridícula si bailás como loca, te reís, llorás… ese día, todo pasa por vos…
Haceme caso, atesorá cada instante, que tu casamiento se te va a pasar volando. Cuando la fiesta termine, sería muy triste que dijeras “no la disfruté, ¡me la pasé chequeando que estuviera todo bien!”
Yo la viví muy intensamente… y si seguís mis consejitos, vos también vas a tener una boda a pura emoción.
Te dejo, que sigue la peli y quiero ver qué le depara a esta novia loca, ¡seguro que no termina bien!
Besos,
Judy
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