La tiara es uno de los tocados más populares entre las novias, en especial en aquellas que quieran lucir un estilo romántico y clásico. Sin embargo, no sólo son un accesorio ligado a la moda o al glamour, sino que su uso tiene una tradición detrás, ¿querés conocerla? ¿Te imaginás qué simboliza o de dónde proviene la forma de la tiara? La respuesta más obvia es la vedadera: una tiara es como una corona de reina. En la edad media, las princesas y reinas las usaban en todas las ceremonias y actos reales, para distinguirse del resto de las mujeres.
La tiara, entonces, en primer lugar, designa a la novia que la usa como una reina y como alguien que, ese día, es totalmente diferente de todas las otras personas. En paralelo, precisamente, la tradición judía también equipara a las novias con reinas.
Actualmente, la realeza no utiliza coronas a diario y, tampoco, durante mucho tiempo, las princesas las usaron al casarse. Fue la princesa Diana de Gales, “Lady Di”, quien volvió a esta tradición y, en su boda, en 1981, usó una diadema que sostenía su velo.
A partir de allí, muchas novias comenzaron a imitar el uso de este accesorio. Por supuesto, no necesariamente se pueden llevar tiaras con piedras preciosas, pero hay algunas confeccionadas con cristal de roca o strass que son realmente bellas y pueden hacerte lucir como princesa.
En la realeza, en muchos casos, las diademas y coronas se pasaban de generación en generación. En algunas familias, sucede lo mismo: así como hay pendientes, aros o anillos que las mujeres suelen entregar a sus hijas y nietas el día de su casamiento, también algunas hacen esto con la tiara, dándole otro significado tradicional aún más fuerte.
Pero no sólo las princesas de los últimos siglos son quienes dieron sentido al uso de este bellísimo accesorio en las bodas. Si nos remontamos mucho más en la historia, también encontraremos otras culturas y sociedades que las usaban.
Entre los celtas, por ejemplo, la diadema marcaba la importancia de una persona, no necesariamente una reina, sino de las mujeres de “sangre noble”, y, entre ellas, se diferenciaban jerárquicamente según los colores o piedras preciosas de las tiaras.
Los griegos utilizaban bandas de oro o plata en su cabeza para ceremonias o momentos sagrados. En el caso de las novias, creían que la tiara auguraba felicidad y la protegía de tener malos pensamientos durante su boda.
En la cultura romana, es conocido que se coronaban con laureles o flores a alguien para destacar su importancia o gloria, hasta el día de hoy nos queda la metáfora de alcanzar los laureles, en referencia a aquella costumbre.
Ahora que sabés esto, si decidís llevar como tocado una tiara, una corona de flores o una vincha, sentí que ese accesorio te corona como una reina, como alguien lleno de gloria y, ¡por supuesto, distinta a todas las mujeres que allí van a estar!
¿Querés recibir asesoramiento personalizado GRATIS para tu fiesta?
¡Hacé Click Aquí!
|